La exfoliación es una de las tantas herramientas que toda rutina de skincare debe tener como esencial. A continuación, te explicamos más y además, qué tipo usar según tu piel.
La exfoliación es la renovación de la capa más externa de la piel. En este proceso, nuestra piel se deshace de las células muertas en la epidermis para dejarle lugar a nuevas.
Tipos de exfoliantes y usos
Exfoliantes mecánicos
Son aquellos que se consigue frotando contra la piel cualquier tipo de producto o material que arrastre consigo las células muertas.
Exfoliantes químicos
Son aquellos que exfolian mediante ácidos que ayudan a eliminar los lípidos encargados de mantener unidas las células de la piel. Aquí debes escoger según tu tipo de piel:
- Pieles secas: los más indicados son los llamados AHA, además de exfoliar la piel, ayudan a mejorar la luminosidad y la hidratación. El más común es el ácido glicólico.
- Pieles grasas: se recomiendan los llamados BHA. Su principio activo es el ácido acetisalicílico, es un peeling liposoluble que penetra en capas profundas ayudando a desobstruir los poros y a equilibrar la producción de grasa, además de desprender las células muertas.
Exfoliantes enzimáticos
Son los mejores para pieles sensibles porque detectan las células deterioradas que ya están en proceso de desprenderse de sus enzimas vegetales de origen natural. Consiguen, además, una exfoliación suave, más progresiva y segura, hasta para las pieles más sensibles.
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