Por qué odio abrazar a la gente más que cualquier otra cosa

Hola a todas! Hoy quiero hablarles sobre algo que quizás a algunas de ustedes también les suceda. Es un tema un poco peculiar, pero creo que es importante abordarlo. Es sobre por qué odio abrazar a la gente más que cualquier otra cosa. Sí, lo has leído bien, no soy fan de los abrazos y quiero compartirles el porqué. Esto no quiere decir que todos deban sentirse igual, simplemente es mi experiencia personal y quizás pueda ayudar a alguien que sienta lo mismo.

Sé que puede sonar extraño, después de todo, los abrazos son generalmente vistos como un gesto de afecto, ¿verdad? Pero no todos nos sentimos cómodos con ellos y eso está bien. No todos compartimos las mismas formas de expresar nuestro cariño o de recibirlo.

Antes de continuar, quiero aclarar que no estoy aquí para juzgar a nadie. Todos somos diferentes y eso es lo que hace que cada uno de nosotros sea especial. Así que si eres una amante de los abrazos, ¡genial! Si no, también está bien. Ahora bien, ¿listas para conocer mi historia?

Mi experiencia con los abrazos

Primero, permíteme contarte un poco sobre cómo llegué a esta conclusión. No siempre odié los abrazos. De hecho, cuando era niña, los abrazos eran una de mis formas favoritas de expresar cariño. Pero en algún momento, todo cambió. No puedo decirte exactamente cuándo ni por qué, pero empecé a sentirme incómoda cuando alguien intentaba abrazarme.

El comienzo de mi aversión

Recuerdo una vez, cuando tenía alrededor de 13 años, estaba en una reunión familiar y un tío con el que no tenía mucha relación intentó abrazarme. En ese momento, sentí una incomodidad tan intensa que no pude evitar apartarme. Fue una situación muy incómoda para ambos y desde entonces, empecé a evitar los abrazos lo más que pude.

La incomodidad se intensifica

Conforme crecía, esa incomodidad se intensificó. Empecé a sentir ansiedad cada vez que alguien se acercaba para abrazarme. No importaba si era un amigo cercano o un familiar, simplemente no podía manejarlo. Intenté superarlo, realmente lo hice, pero no pude.

Por qué odio los abrazos

Creo que la principal razón por la que odio los abrazos es porque me siento invadida en mi espacio personal. Para algunas personas, esto puede no ser un problema, pero para mí es muy importante. Siento que cuando alguien me abraza, está entrando en mi burbuja personal sin mi permiso.

La importancia del consentimiento

En nuestra sociedad, a menudo se espera que aceptemos los abrazos sin cuestionar, pero creo que debería ser una decisión personal. Al igual que cualquier otra forma de contacto físico, los abrazos deberían ser consensuados.

El respeto a la individualidad

Además, creo que es importante respetar las diferencias individuales. No todos nos sentimos cómodos con los mismos gestos de afecto y eso debería ser respetado.

Cómo manejo la situación

Aquí te dejo algunos consejos que me han ayudado a manejar esta situación:

  1. Comunicación clara: Si no te sientes cómodo con los abrazos, es importante que lo digas. La gente no puede leer tu mente, así que comunica tus límites de manera respetuosa.
  2. Propón alternativas: Si alguien intenta abrazarte, puedes proponer un saludo alternativo que te haga sentir más cómodo, como un apretón de manos o un choque de codos.
  3. No te sientas culpable: Es normal tener tus propios límites y no deberías sentirte mal por ello. Recuerda, tu comodidad es lo más importante.

Y ahí lo tienes, mi historia de odio hacia los abrazos. ¿Te has sentido identificada con algo de lo que conté? ¿O eres de las que adora dar y recibir abrazos? Recuerda, no hay una forma correcta o incorrecta de ser.

Medespido diciéndote que no importa cuál sea tu postura sobre los abrazos, lo importante es que te sientas cómoda y respetada en todo momento. Tu cuerpo, tus reglas. Y si alguna vez te encuentras en una situación en la que no te sientes cómoda, recuerda que está bien hablar y establecer tus límites.

¿Y tú, cómo te sientes respecto a los abrazos? ¿Los amas, los odias o te son indiferentes? Me encantaría leer tus experiencias y opiniones en los comentarios. Hasta la próxima, chicas!

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